¿QUÉ ES LA ADICCIÓN?
Cualquier conducta placentera tiende a repetirse, y por ello es más probable que se convierta en un comportamiento abusivo o adictivo. El uso adecuado de muchas de las actividades placenteras es saludable. El abuso conduce a conductas no-saludables y la adicción a conductas patológicas. Distinguir entre lo saludable y lo adictivo es fácil, pero distinguir entre el abuso y la adicción no siempre es sencillo.
Se considera adicción el tomar sustancias de uso no médico con efectos psicoactivos (capaz de producir cambios en la percepción, el estado de ánimo, la conciencia y el comportamiento) y susceptibles de ser autoadministradas. Algunos adolescentes optan por los estimulantes, que son sustancias que activan el Sistema Nervioso Central (cocaína, anfetaminas, cafeína…). Otros por los depresores: drogas que disminuyen el grado de actividad del sistema nervioso central: alcohol, barbitúricos, benzodiacepinas, y otros ingieren sustancias que producen alteraciones perceptivas, los psicodélicos (mal llamados alucinógenos).
CRITERIOS PARA SABER SI UNA CONDUCTA ES ADICTIVA
Los criterios para la adicción, que a su vez pueden orientarnos en la dirección del abuso, son los siguientes:
· La persona muestra habitualmente una pérdida de control al realizar una determinada conducta.
· Continúa con ella de forma impulsiva o compulsiva sin poder interrumpir o dejarlo.
· Tiene consecuencias negativas en varios aspectos de la vida: laboral, económico, relacional, lúdico, familiar…
· Manifiesta una dependencia de la misma, no puede quitársela de la cabeza
· Se muestra desasosegada si no puede llevarla a cabo de forma inmediata
· Pierde interés por otro tipo de actividades que antes le resultaban gratificantes.
En síntesis, los criterios esenciales son la dependencia, abstinencia, la compulsión al consumo y la tolerancia. Una de las características más importantes de algunas drogas de abuso es su capacidad para producir problemas de dependencia. Los y las adolescentes y jóvenes dependientes tienen un patrón de autoadministración repetida que a menudo lleva a la tolerancia, (necesidad de tomar cantidades más elevadas de una sustancia para conseguir el efecto deseado) a presentar síntomas abstinencia y a una ingestión compulsiva de la sustancia.
En todos los casos los efectos son clara y seriamente contraproducentes o negativos para los y las adolescentes. De este modo, la adicción es una afición patológica que causa alteraciones cognitivas, emocionales, sociales y familiares. Sin duda afecta al rendimiento académico y/o laboral. Por todo esto el tratamiento debe iniciarse cuanto antes, en las fases tempranas, para que la adicción no se instale como una conducta “normalizada”.
Si considera que su hijo o hija está pasando por alguna situación de riesgo, abuso o adicción, no dude en contactar con GIFT Psicología cuanto antes.