El Alzheimer, el recuerdo atrapado que está, sin conexión
¿Qué le ocurre al cerebro y a nuestras neuronas para que dejemos de recordar? Por un momento, imaginen como si les pusiesen una venda en los ojos, con dos, tres vueltas de tejido. ¿Qué ocurriría? Cada nueva vuelta del vendaje sobre los ojos, más dificulta poder ver. ¿si?.
Esto es lo que ocurre en el cerebro, las neuronas que se recubren de placas amiloides compuestas por unos depósitos de proteínas llamadas “péptido beta amiloide”, proviene de una proteína para el funcionamiento celular.
¿Qué hace esta sustancia?
Como decíamos en el ejemplo de la venda, a medida que más capas le agregamos. Más dificultad de comunicarse las neuronas, que quedan atapadas y envueltas.
Este péptido se acumula, adoptando diversas estructuras y tamaños: fibrilar y amorfos, las cuáles se convierten en tóxicas. Asímismo, otro detonante es el estrés oxidativo, presente en el inicio y desarrollo del Alzheimer.
La gravedad es alta, olvidar, no recordar, desorientarse, no reconocerte, no reconocer a los que más quieres; sentir las dificultades en las funciones cognitivas, pensar, conversar; en las ejecutivas: levantarse, andar, comer, beber… relacionales: sociales y familiares, debido al deterioro que se va generando, sin poder, AÚN, detener.
El Alzheimer, lleva a la muerte neuronal, por ello la dificultad de reconectar con lo que deseamos recordar.
Ver a quién más nos quiere y nos ha criado sin poder recordar ni reconocerse, es de las sensaciones más desgarradoras, tanto en afectados jóvenes como mayores.
Nuestro reto: Giftpsicologia con los familiares y amigos afectados de alzheimer en colaboración con #retoalalzheimer y @retroalalzheimer